En la vorágine de los tiempos de hoy, donde todo cambia y nos enfrentamos a la incertidumbre día a día, necesitamos de herramientas para poder fluir con esa corriente, y no dejar que la ola nos lleve por delante.
Últimamente usamos mucho la frase “deja que fluya” y hoy en Bindi venimos a recordar su verdadero significado. Fluir no es sinónimo de disfrutar, sino que tiene que ver con aceptar aquello que no podemos controlar y no oponer resistencias. De esta manera podemos adaptarnos a lo que sucede, “fluyendo” con lo que es.
El fluir se vuelve agradable porque nos permite estar en cada situación y tomar tanto lo bueno como lo malo, e incorporarlo como experiencias y aprendizaje.
Si nos resistimos, y estamos en una constante posición de defensa frente a lo que nos rodea, nos ponemos rígidos en cómo deberían ser las cosas, y vamos a estar eternamente frustrados porque la realidad nunca se va a mantener bajo ese ideal.
Resistirse es como estar sentado en un tobogán y no querer soltarse. Aunque tengamos miedo y nos agarremos de los bordes, inevitablemente vamos a bajar. La única diferencia es que si fluimos, será más rápido y no vamos a tener las manos quemadas por resistirnos.
Fluir significa soltar el control, dejar que la sabiduría del universo nos guíe, y estar disponibles para recibirla.
Desde Bindi proponemos como ejercicio aceptar y, si es posible, agradecer todo lo que nos pasa, porque tiene el único propósito de reflejarnos nuestro interior. La mayoría de las veces no podemos cambiar lo que sucede afuera, pero siempre podemos cambiar lo que sucede adentro.
Si logramos pararnos desde otro lugar, en donde cambia la perspectiva de la mirada, una misma situación puede vivirse de manera radicalmente diferente. Combinar el fluir con la autorreflexión y toda práctica que nos lleve a nuevos estados de conciencia es una clave para ser parte de este mundo y poder abrazarlo.
Esto no es fácil, pero mantener esta actitud nos va a liberar de un gran peso, y a permitirnos canalizar nuestra fuerza y energía correctamente. ¿Qué quiere decir esto? No gastarla en todo aquello que no podemos cambiar, sino aceptarlo y ver cómo podemos cambiar nosotros a partir de esa situación que está fuera de nuestro control.