La Resonancia Schumann es una parte del rango de frecuencias extremadamente bajas del espectro electromagnético de la Tierra.
El principio físico es el siguiente: todo cuerpo, solo por existir, tiene una frecuencia natural de vibración; es decir, una frecuencia que le sienta bien familiar y que reconocerá si viene del exterior. Por ejemplo, si un diapasón tiene una frecuencia natural de 432 Hz, comenzará a vibrar sin siquiera haberlo tocado, cuando desde el exterior se le proyecte ese mismo valor de frecuencia. La frecuencia natural de oscilación es una única, pero cada cuerpo tiene además frecuencias naturales de menor intensidad, conocidos también como modos normales de vibración.
En el caso de la Tierra, se forma una cavidad limitada por la superficie terrestre y la ionósfera, que hace las veces de diapasón con su frecuencia natural de oscilación. Se forma así una cavidad resonante, cuya frecuencia natural de oscilación es 7.83 Hz. Esta frecuencia es además de la mayor intensidad. La cavidad resonante tiene, además, modos normales de vibración en 14.1 Hz, 20.3 Hz…
Hasta acá, se trata de un fenómeno de onda sin ninguna anomalía. El tema se pone interesante cuando entra en juego el cerebro y sus ondas cerebrales. Por ejemplo, el rango de las ondas Theta (4 – 8 Hz) se asimila al modo fundamental de la Resonancia Schumann.
Es decir, la cavidad resonante de la Tierra tiene un comportamiento vibracional similar al del cerebro humano; es decir, existe una sutil interconexión entre la Tierra y el cerebro humano.
Si bien la Resonancia Schumann no se trata exactamente del “pulso de vibración” de la Tierra en sí, puede hacerse esa simplificación para comprender su impacto en la vida humana. Hay una profunda e invisible interconexión entre lo que pasa a nivel terrestre y lo que pasa a nivel de la biología humana.
La novedad de los últimos treinta años es que la Resonancia Schumann ha presentado cambios y, en su mayoría, repentinos aumentos. Especialmente a mediados de junio de 2023 tuvo un pico de intensidad histórico.
Desde la perspectiva de un cambio de consciencia en la Humanidad, tiene sentido que los aumentos de frecuencias y de nuevos rangos suceda. Y que estos aumentos afecten al ser humano y su estado ordinario de consciencia.
El instituto de HeartMath ha presentado varios artículos relacionando la Resonancia Schumann con la actividad a nivel del corazón humano. Pero no solo eso: cuando el sentimiento humano se vuelve coherente (es decir, se sincroniza la frecuencia del corazón y el cerebro), se crea un Campo Unificado de consciencia, que modifica directamente al mundo material.
En última instancia, y a un nivel espiritual más profundo, no existe división entre el mundo interior y el mundo exterior, y todo se encuentra interconectado. Excepto por el vacío cuántico (podemos decirle Dios), el resto de las cosas en el Universo no existe en términos absolutos, sino en términos de relaciones. Cada cosa influye en todas las demás.
Pablo Isso. Docente; Project Manager en Equipo de Ingeniería para la Industria Aeroespacial, AST & Science y SpaceX; Fundador de STS Rosario; publicó el libro “Geometría Universal y las dinámicas de existir” (Patagonia Argentina, 2019).