Etiqueta: innovación

  • Plátano convertido en textil de moda

    Plátano convertido en textil de moda

    En un mundo cada vez más consciente de su impacto ambiental, la industria textil se encuentra en plena revolución. La creatividad, siempre impulsora de innovación, se está convirtiendo en la fuerza motriz detrás de un cambio de paradigma en la moda que no solo busca la estética, sino también la sostenibilidad.

    El cultivo de banano y plátano es una fuente abundante de desperdicio orgánico. Sin embargo, en lugar de relegar estos sobrados a la basura, se están transformando en una fibra sostenible que tiene el potencial de reemplazar a los textiles convencionales como el algodón y la seda.

    Esta antigua técnica textil, aunque arraigada en países como Japón, Filipinas y Nepal, está experimentando un resurgimiento sorprendente en Uganda, y a gran escala. 

    La fibra de plátano no solo ofrece una alternativa respetuosa con el medio ambiente, sino que también presenta beneficios tangibles. Sorprendentemente, absorbe tintas de manera más eficiente que el algodón, reduciendo así el impacto ambiental de los procesos de teñido. Además, su cultivo requiere menos agua y menos tierra en comparación con otros textiles, marcando un paso significativo hacia la sostenibilidad en la producción de moda.

    Este es sólo un ejemplo de todo lo que consideramos  un desecho y podemos convertir en algo nuevo y de valor. Es cuestión de cambiar la perspectiva. 

    La creatividad puede no solo dar nueva vida a los materiales, sino también abordar los desafíos medioambientales de nuestra época.

    ¿Es hora de traer esta innovación a América Latina? La respuesta parece resonar con un sí rotundo. En una región donde la diversidad cultural se entrelaza con una rica biodiversidad, la incorporación de textiles biodegradables como la fibra de plátano no solo sería una declaración de moda, sino un compromiso con un futuro más sostenible.

    La creatividad está destinada a ser el catalizador del cambio en la industria textil. Desde transformar residuos en moda hasta desarrollar procesos de producción más eficientes y sostenibles, cada paso cuenta. La moda del mañana no solo será definida por su estilo, sino también por su compromiso con el planeta.

  • Una nueva ola artística: arte sostenible

    Una nueva ola artística: arte sostenible

    El arte siempre ha sido un espejo de lo humano y de cómo habitamos el mundo. Hoy, iniciativas concretas le dan cuerpo a esa idea. El colectivo Washed Ashore arma esculturas monumentales con plásticos recogidos de playas para mostrar, a escala real, el costo de los desechos marinos. En Londres, Forest for Change de Es Devlin convirtió una plaza en un bosque temporal para hablar de biodiversidad y Agenda 2030. En América Latina, el Festival Concreto en Brasil y el Museo del Reciclaje de Barranquilla impulsan piezas con chatarra y residuos electrónicos, mientras Studio Swine trabaja con plásticos del océano en objetos y performances que viajan por bienales. Incluso marcas y museos empiezan a cambiar materiales: el V&A y el MoMA han exhibido bioplásticos y piezas de micelio, señalando el paso del “objeto eterno” a la obra que nace, vive y vuelve a la tierra.

    Estas prácticas no buscan solo sorprender, sino abrir conversación sobre qué materiales elegimos, cuánto duran y qué costo dejan. Al mirar más allá de la estética, el arte sostenible nos invita a revisar hábitos cotidianos y a imaginar una cultura donde creación y cuidado vayan juntos. 

    La obra se vuelve proceso y responsabilidad compartida, desde talleres comunitarios de arte con residuos hasta residencias que trabajan con materiales locales y biodegradables.

    También crece la red que las hace posibles: residencias que financian biomateriales, laboratorios ciudadanos que enseñan a crear pigmentos y papel con desechos orgánicos, y convocatorias que premian proyectos con impacto ambiental medible. Este ecosistema une artistas, comunidad y ciencia para llevar el cambio del taller a la calle.

  • Un invento para reducir la contaminación plástica

    Un invento para reducir la contaminación plástica

    Cada año producimos cientos de millones de toneladas de plástico. Mucho es PET (botellas y envases). En 2022, científic@s de la Universidad de Texas presentaron FAST-PETasa, una enzima que desarma ese plástico en horas o días y permite re-utilizarlo, en lugar de quemarlo o enterrarlo.

    De la naturaleza al laboratorio
    La idea nace al estudiar microbios que degradan el PET en la naturaleza. Con ese aprendizaje, mejoraron la enzima para que funcione a baja temperatura y sea más rápida.

    Qué cambia si se escala
    Hoy se prueba en plantas de reciclaje. Si se adopta en mayor escala, el PET podría circular más veces con menor impacto, reduciendo no sólo residuos, sino demanda de materia prima virgen.

    Oportunidad para la región
    En Argentina y en países vecinos, esta tecnología puede complementar la recolección diferenciada, a las cooperativas cartoneras y plantas de clasificación. Cuanto más limpio y separado llegue el PET, mejor funciona la enzima y mayor es la calidad del material recuperado. 

    Con políticas de envases y compras públicas sostenibles, podemos cerrar el ciclo de botellas y textiles de poliéster, generar menos basura, recuperar más material y cultivar una economía que se regenera, tal como lo hace la naturaleza.

    Lo simple suma: separar limpio, apoyar a las cooperativas, elegir envases retornables. La innovación ayuda, pero es la comunidad la que lo hace posible.

    Para saber más

  • Qué es la economía circular

    Qué es la economía circular

    La economía circular propone dejar atrás el modelo lineal de extraer–producir–usar–tirar y diseñar sistemas donde los materiales circulen el mayor tiempo posible con el menor impacto. Implica repensar productos desde el origen, que sean durables, reparables, actualizables, hechos con materiales reciclables o biodegradables, y procesos que eliminen residuos desde el diseño.

    Panorama actual. Según la Circularity Gap Report 2024, sólo alrededor del 7% de la economía global es “circular”, y el uso de materiales sigue creciendo por encima de la capacidad del planeta. La meta no es reciclar más al final, sino prevenir residuos y emisiones en toda la cadena.

    La Unión Europea avanza con el Ecodesign for Sustainable Products Regulation, que exigirá reparabilidad, pasaportes digitales de producto y restricciones a destrucción de excedentes.

    Joan Melé, referente en banca con valores, recuerda que “el dinero es un acto moral” y que cada compra e inversión define el tipo de economía que creamos. La circularidad no es solo técnica, sino que requiere transparencia y trazabilidad que oriente capital hacia proyectos con impacto real. Decidir dónde ponemos nuestro dinero, desde una cuenta bancaria hasta un proveedor, es parte del cambio de paradigma.

    La economía circular no es un destino, sino una práctica diaria: diseñar sin residuos, usar más tiempo, devolver al ciclo y financiar lo que cuida la vida. Cada decisión cuenta.

  • Ladrillos ecológicos para construir un mundo mejor

    Ladrillos ecológicos para construir un mundo mejor

    Desde Nairobi, Nzambi Matee y su equipo transforman plástico descartado en materiales de construcción que cambian barrios y también miradas. Su empresa, Gjenge Makers, ya recicló más de 200.000 kilos de residuos y los convirtió en adoquines y baldosas de alto desempeño. Además, impulsó empleo para recolectores, organizaciones juveniles y mujeres.

    Los adoquines de Gjenge están fabricados con plásticos recuperados y tienen una resistencia a compresión superior a la de los pavers de hormigón tradicionales. Son durables, coloridos y pensados para veredas, patios, senderos y espacios comunitarios. 

    Cada pieza es un paso menos de plástico en vertederos y un paso más hacia barrios más limpios y lindos.

    El modelo es circular y local, donde los residuos que antes no tenían salida se convierten en insumo; ese insumo se vuelve infraestructura útil y, en el camino, se generan oportunidades de trabajo. Gjenge Makers lo resume bien al demostrar que se puede construir de otra manera, de forma accesible y sostenible para el mundo.

    Para contactarlos o conocer proyectos recientes, especificaciones técnicas y pedidos:

    • Sitio oficial: https://www.gjenge.co.ke/
    • Email: sales@gjenge.co.ke
    • Teléfono/WhatsApp: +254 768 188 934 / +254 102 188 934
    • Dirección: Butere Rd, Nairobi
  • MOF: diseñar el vacío para resolver problemas concretos

    MOF: diseñar el vacío para resolver problemas concretos

    Es urgente encontrar formas más inteligentes de capturar, separar y purificar moléculas. Aire, agua, alimentos y energía comparten el mismo obstáculo: necesitamos materiales que funcionen sin gastar de más. 

    El Premio Nobel de Química 2025 reconoció a Richard Robson, Susumu Kitagawa y Omar M. Yaghi por abrir el camino creando los MOF: marcos metal‑orgánicos, cristales con cavidades internas diseñadas a medida. El vacío, adentro, tiene un propósito.

    Un MOF es como un panal a escala microscópica. Se arma con dos piezas: nodos metálicos y puentes orgánicos. Juntos forman una red rígida llena de huecos invisibles a simple vista, pero con una superficie interna enorme. Ahí está la clave: cuanta más “pared interna” hay, mejor puede pegarse la molécula que queremos capturar. Cambiando el metal, el puente o un detalle químico de la pared, se elige qué moléculas prefiere el material. No hace falta saber química para entenderlo, es como ajustar el tamaño y el imán de un colador.

    En la práctica, los MOF se integran en filtros, cartuchos o recubrimientos. El aire o el agua pasan a través, las moléculas objetivo se adhieren a las paredes internas y, cuando el material se llena, se regenera: se cambia la temperatura o la presión, o se usa un gas de barrido para liberarlas. Ese ciclo se repite muchas veces.

    El aporte de los premiados fue complementario. Robson imaginó la arquitectura. Kitagawa mostró que estas redes pueden “respirar” y seguir funcionando. Yaghi les dio estabilidad y un método para diseñarlas a medida. Juntos, convirtieron el espacio interno en una herramienta.

    Ayudemos a que estas alternativas lleguen a donde más impacto puedan tener. Compartí esta nota e investigá más sobre estas soluciones porosas para tu empresa, universidad o municipio. El cambio empieza por elegir tecnologías que hagan más con menos.

    Si querés saber más:

  • ¿Qué son las empresas B?

    ¿Qué son las empresas B?

    ¿Ya conoces el sistema de empresas B? Se trata de una organización sin fines de lucro que apunta a una economía y organización más justa y equitativa, tanto entre seres humanos como para con el planeta.

    ¿Cómo sería el mundo si el sistema económico fuese regenerativo y sustentable para todxs? Esta organización propone que este mundo sea una realidad y para ello alienta a que cada vez más empresas se pasen al lado B, donde el mercado surge como solución a problemas ambientales y sociales.

    El Sistema B se encarga de certificar a aquellas empresas que cumplen con los requisitos alineados a este propósito. Es decir, a las empresas que tienen un compromiso de trabajar en conjunto con el planeta y buscan beneficiarlo, así como a todas las poblaciones.

    Las empresas B actúan teniendo en cuenta su impacto social y ambiental y aceptando la responsabilidad de sus acciones y sus consecuencias. Con una actitud transparente se comprometen a ser agentes de cambio dentro del sector industrial, y generar un impacto positivo en el planeta.

    El movimiento B es una nueva manera de pensar los modelos de negocio y su éxito, y propone, desde su lugar, ofrecer soluciones. Este grupo se expande cada vez más, siendo 6.271 las empresas B certificadas en el mundo; 1000 de ellas se encuentran en Latam. Si querés que tu empresa pase al Lado B podés averiguar en la página web www.sistemab.org todos los requisitos necesarios para certificar tu negocio. Para pertenecer es importante compartir este mismo propósito y comprometerse, tanto de manera institucional como legal, y reconocer la interdependencia con el resto de las empresas que forman parte.

    Somos nosotrxs quienes podemos redefinir el mercado; es hora de emplear el sistema B.

  • Una red de hospitales verdes para el planeta

    Una red de hospitales verdes para el planeta

    La Red Global de Hospitales Verdes y Saludables, impulsada por Salud sin Daño, reúne a sistemas y centros de salud que investigan y aplican prácticas concretas para consumir menos energía y materiales. Menos carbono, menos tóxicos, menos desperdicio y espacios más seguros para pacientes y equipos.

    En Argentina, el Hospital Universitario Austral viene sumando pasos concretos. Fortaleció la segregación de residuos, eliminó gradualmente insumos con mercurio, optimizó el uso de anestésicos con alto potencial de calentamiento y mejoró la eficiencia de climatización e iluminación. También impulsa capacitaciones internas y protocolos de compras que favorecen productos reutilizables y de menor huella. Estas decisiones reducen costos operativos, ordenan procesos y elevan estándares de seguridad para el personal.

    Fuera del país, los ejemplos muestran resultados rápidos. Hospitales en Europa y Norteamérica reemplazaron gases anestésicos de alto impacto por alternativas con huella mucho menor y lograron recortes de emisiones sin afectar la calidad de la atención.

    Para los equipos de salud, el valor está en lo práctico. Un plan anual con metas alcanzables, indicadores sencillos y responsables definidos ordena el camino.

    La salud del paciente y la del planeta se encuentran en decisiones cotidianas que ya están al alcance de cualquier institución que quiera empezar. Es una mejora continua con beneficios clínicos, económicos y ambientales que se sienten en el día a día.

    Para saber más y participar de esta red bajate nuestro PDF descargable con toda la información.

  • Cambiando la forma en que vemos el lujo

    Cambiando la forma en que vemos el lujo

    ¿Qué es el lujo? se contrapone con el concepto de “ecológico”?

    Estamos acostumbrados a hacer esta distinción, pero no hay dudas de que el concepto de lujo está cambiando.

    «Los consumidores en realidad están educando a las marcas», las nuevas exigencias implican el impacto positivo con el medio ambiente. Este panorama de nuevos consumidores, trae consigo nuevas expresiones del lujo, ecológicas, y sostenibles.

    Materiales reciclados, combinados con la estética y lo sutil, se convierten en los productos más atractivos del mercado. La gente no ve solo el objeto, sino su historia detrás. El valor del producto es mucho más que su belleza.

    Esta industria está reconstruyendo la mirada, con el desafío de causar sensaciones de lujo, más allá de los materiales utilizados. Lo ecofriendly es trend. El mundo del futuro está pidiendo nuevos conceptos, nuevas miradas, nuevos “lujos”.

  • La Pachamama, la influencer de todos los tiempos

    La Pachamama, la influencer de todos los tiempos

    “El mundo del estar no supone una superación de la realidad sino una conjuración de la misma… El mundo del ser, o sea, el occidental, aparentemente ha resuelto el problema de la hostilidad del mundo mediante la teoría y la técnica.” Rodolfo Kusch, América Profunda.

    Cuando Kusch habla del estar se refiere al mundo indígena, el hombre estático que observa y hace reverencia a la naturaleza, en contraste con el mundo del ser, el hombre moderno, que es dinámico y busca la individualidad usando la ciencia y la teoría para superar y enajenar a la diosa, la madre tierra.

    Pero hoy sabemos que “superar” a la naturaleza no es más que una distopía, no sólo imposible sino indeseable. Tenemos por delante un futuro incierto enfrentando cambios climáticos que no se pueden predecir, especies en extinción y fallas en los ecosistemas donde el sesenta por ciento de la biodiversidad del planeta desapareció en cuarenta años.

    En consecuencia, el campo del diseño, que actualmente se encuentra en la intersección entre la antropología, ecología e innovación, está en un momento pivotante, expandiéndose para enfrentar problemas complejos que requieren robustas respuestas.

    Para lograrlo hay que romper los viejos paradigmas del hombre moderno. Izaskun Chinchilla, arquitecta española, analiza el término paradigma del filósofo Thomas Kuhn y lo extrapola al mundo del diseñador. En su análisis explica cómo los diseñadores nos hemos alejado de la naturaleza y estamos en cierta forma controlados por universidades e instituciones, quienes nos han dado “las soluciones”.

    En consecuencia, nos limitamos a recombinar una hipótesis intentando encajar los problemas de diseño dentro de una misma receta con los mismos ingredientes. Pero perder el contacto con la naturaleza significa no reconocer la solución que subyace en el problema.La arquitectura tiene consecuencias inmediatas e implicaciones duraderas. El verdadero origen del término sustentabilidad viene de las tribus nativas Iroquois de Norte América y su Principio de la séptima generación que consiste en considerar cómo las acciones afectarán a la séptima generación después de ellos.

    Al observar e interactuar con lo natural de cada lugar, los pueblos indígenas logran conectar al individuo con el ecosistema diseñando una relación simbiótica. La simbiosis es el famoso “ganar ganar”; la manera en que el individuo puede formar parte de la naturaleza y garantizar la supervivencia de ambos.

    Uno de los ejemplos más innovadores de infraestructura indigena son los puentes de raíces vivientes de la tribu Khasis en Meghalay en el norte de India. Es un lugar que tiene fuertes monzones y las precipitaciones suben a niveles altos que cortan las rutas entre aldeas. Los Khasi han tomado en consideración el crecimiento biológico y desarrollo del ficus elástica, árbol que para ellos es una especie sagrada de gran importancia, y han “guiado” sus raíces en forma de tejido para construir puentes que pueden resistir hasta cincuenta personas. Hay que destacar que el desarrollo de las raíces es debido a las fuertes lluvias, es así como una inundación destructiva se transforma en un diseño innovador; el problema es la solución.

    Este y muchos ejemplos los encontramos en el libro de Julia Watson, Design by radical indigenism, que funciona a modo de catálogo de soluciones innovadoras en distintos ecosistemas del planeta.

    Escalar estas tecnologías dentro de grandes ciudades podría ofrecer un camino para reducir exponencialmente la huella ecológica del ser humano y mitigar el colapso pronosticado. Concebir lo primitivo como innovador puede catalizar un cambio global dando resultados icónicos, originales y muy sofisticados que funcionan dentro de complejos ecosistemas.

    Es por lo tanto la tarea del diseñador seguir a la gran influencer de todos los tiempos, que siempre está marcando la tendencia del lugar.